Este fic utiliza a los personajes de Hetalia, creados por Hidekaz Himaruya, por tanto no son míos. Los nombres de algunos de ellos me los inventé porque el creador no les ha dado un nombre concreto, así que si los veo en otro lado, si reclamaré. La ONU: la conoce todo el mundo; solo hay hechos ficticios y no gano dinero por escribir.
Sólo dejo fluir mi imaginación.
Precuela de "If you do not want him...". Fic que aún se está escribiendo.
Tengo varios seudónimos en la red y el utilizado para este fic es el que creé para la comunidad hetaliana: AliceIggyKirkland.
Y sin más preámbulos:
TITULO: The Carbon War
Capítulo 4: EL LLANTO DEL GENERAL INVIERNO
Mientras Europa Occidental sufría aquellos lances diplomáticos con los Estados Unidos de Norteamérica, la Federación Rusa sufría un mal ligeramente diferente, pero más doloroso para la representación del país.
El escenario es una mansión, alejada de todo, cuyo dueño es Ivan Braginsky. Hay una fuente gigante, solicitada por el otro habitante de ese lugar, justo en el patio trasero.
Justo en ese instante, una figura se yergue, en el bordillo de la fuente, sin importarle mucho que el General Invierno esté soplando contra su espalda.
Ivan veía atónito a aquella figura angelical a quien por años ha protegido de todo y todos, lo cual incluye a sus jefes, modelos económico y política. Nadie estaba enterado de la existencia de aquella mujer, por quien él ve la luz del mundo. Ella es la personificación de la esperanza y el estado más puro de su ser: una lágrima... A quien el destino llamó Anna.
O...
- ¡Anya!
Rusia no podía entender como es que su hermana, la dulce Anya, estaba apuntándose con un revólver en la sien.
- ¡Vanya! - Ella le sonríe. - Has llegado. ¡Qué bueno! Así podré despedirme como se debe.
En lo más profundo de su perturbado corazón, Ivan esperaba que ella estuviese haciéndole una broma.
- Anya, es peligroso que tengas eso en tus manos... - Hacía su intento de ser razonable con la chica. Entonces, se oye el eco del sonido del martillo siendo retrocedido para preparar el giro del tambor del arma.
- Vanya, la idea es que muera hoy. Necesito usar algo que sea peligroso.
Y en ese momento él logra comprender a las demás personas que han huido de él, gracias a la hermosa y espeluznante sonrisa que ella le comparte al decir todo aquello.
Sin embargo, si él hubiese ido a la habitación de ella, habría encontrado la caja negra con un girasol atravesado por una agujeta y una carta, donde se le comunica las reglas de Gaia, como a todo guardián con similar destino a ella.
Anna es guardiana del territorio conocido actualmente como la Federación Rusa; igual que Alice o Sakura, pero ella nunca pudo cumplir su misión. En parte, porque Rusia ve en ella al niño que solía ser antes de Mongolia y a él le hubiese gustado que hubiese existido alguien que lo cuidara tan celosamente; por otro lado, ella había roto una regla fundamental entre los guardianes: No concebir o procrear.
En este mundo, existe un representante de territorio emparentado con Ivan y parido por Anna. Su nombre es "Sasha" o Alexander y está bajo la tutela de Alfred, desde la venta de Alaska. Pero el gringo desconoce ese detalle acerca del chico e Ivan.
Tampoco sabe que Sasha propuso entregarse para el intercambio monetario y que tío Ivan hace lo posible por mantener a Anna y a su sobrino en contacto.
Pero eso no es lo que lo angustia ahora.
- ¿Por qué haces esto? ¿Me he portado mal? - El quería entender.
- Mi querido Vanya... Anya es quien se portó mal. Y mi madre me ha solicitado cumplir de una vez con mi misión.
- ¡¿Madre?! Eres mi hermana... ¡No tenemos madre!
- Eres muy joven, Vanya...
- Hermana, por Sasha... Por mí... Suelta eso... - Por primera vez, después de las torturas que alguna vez padeció, el volvía a ponerse nervioso.
- ¡Vamos, Vanya! ¡Sonríe! Voy a ser útil para ti.
- Eres útil, tal y como eres. Pero, baja el arma ¿Da?
- Te amo, Ivan. Eres un buen chico.
- Any...
El estruendo del disparo llenó el silencio. Lo que fueron en realidad segundos, para el ruso fue en cámara lenta: sangre y otros tejidos salpicaban la nieve y la ligera capa de hielo que recubría la fuente, entonces, el cuerpo cae hacia atrás, soltando el arma, y reventando la fina capa de agua sólida. El General Invierno deja de soplar frío para dejar caer sus lágrimas hechas copos sobre el sombrío escenario.
El recuerdo de la sonrisa de Anya, inmortalizada por el disparo y la caída, resquebrajan el último ápice de auto-control del hombre al que el resto de países teme, en mayor o menor medida.
- ¡ANNA!
Corre a la fuente para sacar el cuerpo. Y lo único que encuentra, es la mirada amplia y vacía de los ojos violetas de su Anya, con aquella bella y terrorífica sonrisa que jamás va a olvidar y que inundará sus pesadillas, de ahora en adelante.
/ En las cadenas de televisión, para el mundo /
- Y en otras noticias, los científicos rusos están sorprendidos del revestimiento de ozono sobre todo el territorio ruso. También, han detectado una inusual baja de temperatura en los bosques vacilantes del Siberia. También, ha aumentado la aparición de puntos de escape para el monóxido de carbono en todo el territorio, por lo que los científicos aseguran que esto mejorará las condiciones climáticas y será un gran avance en el combate contra el Calentamiento Global...
Comments