Hola! Es hora de la renuncia respectiva:
Este fic utiliza a los personajes de Hetalia, creados por Hidekaz Himaruya, por tanto no son míos. Los nombres de algunos de ellos me los inventé porque el creador no les ha dado un nombre concreto, así que si los veo en otro lado, si reclamaré. La ONU: la conoce todo el mundo; solo hay hechos ficticios y no gano dinero por escribir.
Sólo dejo fluir mi imaginación.
Precuela de "If you do not want him...". Fic que aún se está escribiendo.
Tengo varios seudónimos en la red y el utilizado para este fic es el que creé para la comunidad hetaliana: AliceIggyKirkland.
Y sin más preámbulos:
TITULO: The Carbon War
Capítulo 1: DOLOR INFILTRADO
- No puede ser tan estúpido...
En una base militar desconocida hasta para las máximas autoridades de Reino Unido, la comandante segunda de Scotland Yard y comandante general del MI6, Alice Gwendolyn Kirkland, encontró en el radar a un particular intruso.
- / -
Andando en una Harley, "de incógnito", había recibido reportes de actividad sospechosa por parte de varios miembros de la corte de Isabel II, entre ellos, de la eterna asistente de su ex-tutor.
Mientras...
- Brigite, necesito un pequeño grupo de asalto. Vamos a las coordenadas señaladas aquí... - Le pasa una nota - hay un espía descuidado husmeando por aquí.
- ¿A cuál gobierno debemos llamar por esto?
- No te preocupes. A lo mucho, llama a Emilly Jones.
Observando a su subordinada mientras establece comunicación, fija su objetivo en mente: "Es hora de darte tu merecido, Jones."
- / -
- WOAHOO!
La representación humana de los Estados Unidos de Norteamérica, Alfred F. Jones, estaba en una misión "heroica" para librar a la bella Alice y sus subordinados de las manos del diablo, o de la Federación Rusa, que para él: son lo mismo.
- ¡Espérame, princesa! El héroe va a rescatarte.
Aceleró de manera alarmante, para los seres humanos normales, recorría los recovecos más ocultos de las islas británicas, tratando de seguir las indicaciones de su computadora.
Había recabado información y tenía entendido que no hace mucho, el equipo a cargo de la mujer había recolectado muestras geológicas de distintos puntos del mundo, incluida su casa. Por tanto, algo gordo había en aquella base.
Lo más extraño es que, efectivamente, había un desconocimiento general por parte de los altos mandos del gobierno británico con respecto a ello.
Y por eso tomó personalmente la misión.
- / -
Herakles estaba observando el cielo, con aparente calma. Pero estaba huyendo...
No podía mirar dentro, donde su pequeña compañera, Helena, respiraba dificultosamente. Ella era débil físicamente desde que la conoció, mucho después de librarse de Turquía. Con mucho trabajo, el sabía, ella había sobrevivido a todo su proceso histórico, con tan solo 200 años de diferencia, lo que la convertía en su hermana menor.
Sin embargo, el se daba cuenta: ella sabía el destino que tenía deparado para ella.
Entonces, la dulce voz de su pequeña musa lo llamó.
- Herakles... Ven, por favor.
- Dime ¿qué deseas? - se acercó lo suficiente como para tomar una de sus manos.
- Trae la cicuta. - El griego se turbó. - Tranquilo, aún no es tiempo. - Eso no lo reconfortaba. - Necesito que la envases en uno de los frascos que tengo en mi escritorio.
A regañadientes, el griego realizó la petición. Terminado su cometido, retornó a su lado.
- Herakles, para que hagas lo que Gaia te pidió, debes enviar una flor, representación nacional, marchita, con una aguja en medio del tallo. - La cara de desconcierto del amante de los gatos, la hizo sonreír tristemente. - Es un "lenguaje secreto". Solo nosotras entendemos esos simbolismos. Ellas sabrán que significa. Pero, Herakles mío, debes hacerlo.
Como cada vez y desde que la conoció, haría lo que ella quisiera, aunque eso representara el inminente fin de su desdichada vida.
Este fic utiliza a los personajes de Hetalia, creados por Hidekaz Himaruya, por tanto no son míos. Los nombres de algunos de ellos me los inventé porque el creador no les ha dado un nombre concreto, así que si los veo en otro lado, si reclamaré. La ONU: la conoce todo el mundo; solo hay hechos ficticios y no gano dinero por escribir.
Sólo dejo fluir mi imaginación.
Precuela de "If you do not want him...". Fic que aún se está escribiendo.
Tengo varios seudónimos en la red y el utilizado para este fic es el que creé para la comunidad hetaliana: AliceIggyKirkland.
Y sin más preámbulos:
TITULO: The Carbon War
Capítulo 1: DOLOR INFILTRADO
- No puede ser tan estúpido...
En una base militar desconocida hasta para las máximas autoridades de Reino Unido, la comandante segunda de Scotland Yard y comandante general del MI6, Alice Gwendolyn Kirkland, encontró en el radar a un particular intruso.
- / -
Andando en una Harley, "de incógnito", había recibido reportes de actividad sospechosa por parte de varios miembros de la corte de Isabel II, entre ellos, de la eterna asistente de su ex-tutor.
Mientras...
- Brigite, necesito un pequeño grupo de asalto. Vamos a las coordenadas señaladas aquí... - Le pasa una nota - hay un espía descuidado husmeando por aquí.
- ¿A cuál gobierno debemos llamar por esto?
- No te preocupes. A lo mucho, llama a Emilly Jones.
Observando a su subordinada mientras establece comunicación, fija su objetivo en mente: "Es hora de darte tu merecido, Jones."
- / -
- WOAHOO!
La representación humana de los Estados Unidos de Norteamérica, Alfred F. Jones, estaba en una misión "heroica" para librar a la bella Alice y sus subordinados de las manos del diablo, o de la Federación Rusa, que para él: son lo mismo.
- ¡Espérame, princesa! El héroe va a rescatarte.
Aceleró de manera alarmante, para los seres humanos normales, recorría los recovecos más ocultos de las islas británicas, tratando de seguir las indicaciones de su computadora.
Había recabado información y tenía entendido que no hace mucho, el equipo a cargo de la mujer había recolectado muestras geológicas de distintos puntos del mundo, incluida su casa. Por tanto, algo gordo había en aquella base.
Lo más extraño es que, efectivamente, había un desconocimiento general por parte de los altos mandos del gobierno británico con respecto a ello.
Y por eso tomó personalmente la misión.
- / -
Herakles estaba observando el cielo, con aparente calma. Pero estaba huyendo...
No podía mirar dentro, donde su pequeña compañera, Helena, respiraba dificultosamente. Ella era débil físicamente desde que la conoció, mucho después de librarse de Turquía. Con mucho trabajo, el sabía, ella había sobrevivido a todo su proceso histórico, con tan solo 200 años de diferencia, lo que la convertía en su hermana menor.
Sin embargo, el se daba cuenta: ella sabía el destino que tenía deparado para ella.
Entonces, la dulce voz de su pequeña musa lo llamó.
- Herakles... Ven, por favor.
- Dime ¿qué deseas? - se acercó lo suficiente como para tomar una de sus manos.
- Trae la cicuta. - El griego se turbó. - Tranquilo, aún no es tiempo. - Eso no lo reconfortaba. - Necesito que la envases en uno de los frascos que tengo en mi escritorio.
A regañadientes, el griego realizó la petición. Terminado su cometido, retornó a su lado.
- Herakles, para que hagas lo que Gaia te pidió, debes enviar una flor, representación nacional, marchita, con una aguja en medio del tallo. - La cara de desconcierto del amante de los gatos, la hizo sonreír tristemente. - Es un "lenguaje secreto". Solo nosotras entendemos esos simbolismos. Ellas sabrán que significa. Pero, Herakles mío, debes hacerlo.
Como cada vez y desde que la conoció, haría lo que ella quisiera, aunque eso representara el inminente fin de su desdichada vida.
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