Hola! Es hora de la renuncia respectiva:
Este fic utiliza a los personajes de Hetalia, creados por Hidekaz Himaruya, por tanto no son míos. Los nombres de algunos de ellos me los inventé porque el creador no les ha dado un nombre concreto, así que si los veo en otro lado, si reclamaré. La ONU: la conoce todo el mundo; solo hay hechos ficticios y no gano dinero por escribir.
Sólo dejo fluir mi imaginación.
Precuela de "If you do not want him...". Fic que aún se está escribiendo.
Tengo varios seudónimos en la red y el utilizado para este fic es el que creé para la comunidad hetaliana: AliceIggyKirkland.
Y sin más preámbulos:
TITULO: The Carbon War
Capítulo 2: REQUIEM DE FLORES
Durante la carrera imaginaria de Alfred, él recordaba los pocos momentos felices que logró vivir junto a Wendy. A veces, le daba la impresión de que él era un "niño perdido" y no un héroe o un "Peter Pan" para ella.
- No... Ese título es de Arthie.
De repente, una alerta apareció en el pequeño radar de su Hartley.
- Son siete... ¡Get the party started! - Y aceleró más.
El impulso fue detectado por sus perseguidores y la capitana del escuadrón masculló:
- ¡Pobre idiota!
La mujer sonreía con sorna mientras activaba su intercomunicador:
- Acorralen al sospechoso y si es preciso, que se estrelle. Lo necesito inmovilizado.
En efecto: Las unidades se abrieron paso por varios caminos que sólo ellos conocían. Si bien el radar del americano los identificaba, cuando ellos se adentran a los pasajes secretos de esos campos, el radar los pierde. Esto incomoda sobremanera a Alfred.
- No pudieron hacerse humo ¡demonios!
Habían paneles de plomo instalados a los alrededores haciendo que las ondas se desvíen y confundan a los aparatos enemigos. Punto para la comandante Kirkland.
En eso, uno de los ciclistas, Alice, se coloca a su lado, de la nada, y empieza a provocar que caiga. Esto enfada al chico e intenta la misma maniobra. Como estaba ocupado con la mujer, no se percató del garrote que le llega desde atrás y con un certero golpe, el rubio se atonta y dos barras metálicas lo atrapan. Una, viniendo de la chica de lentes y la otra, de uno de los subordinados.
En el estado en que se encontraba, todo lo demás resultaba confuso.
La moto seguía en movimiento sin que él la maniobrara. Unos pastizales... Una puerta metálica... Una voz... Otras voces... Una voz de mujer... Unas coletas... Una jeringa... Y la oscuridad.
- / -
Han pasado 30 horas desde la captura y retención de Alfred F. Jones.
Emily, la asistente ejecutiva del representante de los Estados Unidos de América, se encuentra hospedada en casa de William Kirkland. Escocia.
Siendo parte del consejo directivo de la organización Gaia, estaba al tanto de las acciones de espionaje que el emancipado mayor había cometido, así que no le dio mucha importancia a tomar su casa como resguardo para aquella chica.
- Estás consciente que no vamos a dejar pasar estas acciones por parte de tu hermano...
- Sí, pero por algo soy yo la diplomática a cargo. - Ella era impulsiva, pero no estaba en posición de hacer algo estúpido. - Entiendo que retendrán por unos días a Alfred.
- Así es. En el comunicado que se envió a la Casa Blanca, se enviará la información que ustedes requieran, a cambio de que no se repita estos actos contra la "Special Relationship".
- Su afán de cooperar me resulta rara. - Era sincera. - ¿A qué se dedican, específicamente?
- Realizamos estudios geológicos sobre las actuales condiciones del planeta para preparar un pronóstico lo más acertado posible sobre la próxima glaciación. - Eso no parecía algo que tuvieran que ocultar de la manera tan celosa como lo hacían. - Antes de que nos critiques: tenemos la certeza de que los archipiélagos de todo el planeta serán las primeras bajas por la glaciación. Reino Unido tiene un alto índice de peligro ante una segunda Era de Hielo y no parece que tuviéramos mucho tiempo para hacer algo. - Emily se quedó boquiabierta.
- Pe... Pero ¿entonces?... ¿Y cómo?...
- No tenemos terminados los estudios. No podemos decir más al respecto.
Y la dejó sola para que digiera aquella información.
- / -
En la casa de Kiku Honda, Sakura, ama de llaves y protectora del representante de Japón, recibe un paquete. Una caja alargada de color negro y en su interior, un crisantemo hermoso, cruzado por una agujeta.
La mujer suelta el objeto y cae al suelo, histérica, viendo con horror el contenido.
- ¡No! ¡No ahora, madre! ¡No quiero volver a ti!
En su pecho, dos quemaduras cicatrizadas en la parte superior de sus senos ardían con fuerza.
Y la tarjeta que no necesitó leer, adjunta a la caja, tiene escrito: "De: Herakles. Esto es un recado".
Este fic utiliza a los personajes de Hetalia, creados por Hidekaz Himaruya, por tanto no son míos. Los nombres de algunos de ellos me los inventé porque el creador no les ha dado un nombre concreto, así que si los veo en otro lado, si reclamaré. La ONU: la conoce todo el mundo; solo hay hechos ficticios y no gano dinero por escribir.
Sólo dejo fluir mi imaginación.
Precuela de "If you do not want him...". Fic que aún se está escribiendo.
Tengo varios seudónimos en la red y el utilizado para este fic es el que creé para la comunidad hetaliana: AliceIggyKirkland.
Y sin más preámbulos:
TITULO: The Carbon War
Capítulo 2: REQUIEM DE FLORES
Durante la carrera imaginaria de Alfred, él recordaba los pocos momentos felices que logró vivir junto a Wendy. A veces, le daba la impresión de que él era un "niño perdido" y no un héroe o un "Peter Pan" para ella.
- No... Ese título es de Arthie.
De repente, una alerta apareció en el pequeño radar de su Hartley.
- Son siete... ¡Get the party started! - Y aceleró más.
El impulso fue detectado por sus perseguidores y la capitana del escuadrón masculló:
- ¡Pobre idiota!
La mujer sonreía con sorna mientras activaba su intercomunicador:
- Acorralen al sospechoso y si es preciso, que se estrelle. Lo necesito inmovilizado.
En efecto: Las unidades se abrieron paso por varios caminos que sólo ellos conocían. Si bien el radar del americano los identificaba, cuando ellos se adentran a los pasajes secretos de esos campos, el radar los pierde. Esto incomoda sobremanera a Alfred.
- No pudieron hacerse humo ¡demonios!
Habían paneles de plomo instalados a los alrededores haciendo que las ondas se desvíen y confundan a los aparatos enemigos. Punto para la comandante Kirkland.
En eso, uno de los ciclistas, Alice, se coloca a su lado, de la nada, y empieza a provocar que caiga. Esto enfada al chico e intenta la misma maniobra. Como estaba ocupado con la mujer, no se percató del garrote que le llega desde atrás y con un certero golpe, el rubio se atonta y dos barras metálicas lo atrapan. Una, viniendo de la chica de lentes y la otra, de uno de los subordinados.
En el estado en que se encontraba, todo lo demás resultaba confuso.
La moto seguía en movimiento sin que él la maniobrara. Unos pastizales... Una puerta metálica... Una voz... Otras voces... Una voz de mujer... Unas coletas... Una jeringa... Y la oscuridad.
- / -
Han pasado 30 horas desde la captura y retención de Alfred F. Jones.
Emily, la asistente ejecutiva del representante de los Estados Unidos de América, se encuentra hospedada en casa de William Kirkland. Escocia.
Siendo parte del consejo directivo de la organización Gaia, estaba al tanto de las acciones de espionaje que el emancipado mayor había cometido, así que no le dio mucha importancia a tomar su casa como resguardo para aquella chica.
- Estás consciente que no vamos a dejar pasar estas acciones por parte de tu hermano...
- Sí, pero por algo soy yo la diplomática a cargo. - Ella era impulsiva, pero no estaba en posición de hacer algo estúpido. - Entiendo que retendrán por unos días a Alfred.
- Así es. En el comunicado que se envió a la Casa Blanca, se enviará la información que ustedes requieran, a cambio de que no se repita estos actos contra la "Special Relationship".
- Su afán de cooperar me resulta rara. - Era sincera. - ¿A qué se dedican, específicamente?
- Realizamos estudios geológicos sobre las actuales condiciones del planeta para preparar un pronóstico lo más acertado posible sobre la próxima glaciación. - Eso no parecía algo que tuvieran que ocultar de la manera tan celosa como lo hacían. - Antes de que nos critiques: tenemos la certeza de que los archipiélagos de todo el planeta serán las primeras bajas por la glaciación. Reino Unido tiene un alto índice de peligro ante una segunda Era de Hielo y no parece que tuviéramos mucho tiempo para hacer algo. - Emily se quedó boquiabierta.
- Pe... Pero ¿entonces?... ¿Y cómo?...
- No tenemos terminados los estudios. No podemos decir más al respecto.
Y la dejó sola para que digiera aquella información.
- / -
En la casa de Kiku Honda, Sakura, ama de llaves y protectora del representante de Japón, recibe un paquete. Una caja alargada de color negro y en su interior, un crisantemo hermoso, cruzado por una agujeta.
La mujer suelta el objeto y cae al suelo, histérica, viendo con horror el contenido.
- ¡No! ¡No ahora, madre! ¡No quiero volver a ti!
En su pecho, dos quemaduras cicatrizadas en la parte superior de sus senos ardían con fuerza.
Y la tarjeta que no necesitó leer, adjunta a la caja, tiene escrito: "De: Herakles. Esto es un recado".
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