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Heta-fanfic: If you do not want him, he will be for me - cap 6

Hola! Es hora de la renuncia respectiva:
Este fic utiliza a los personajes de Hetalia, creados por Hidekaz Himaruya, por tanto no son míos. Los nombres de algunos de ellos me los inventé porque el creador no les ha dado un nombre concreto, así que si los veo en otro lado, si reclamaré. La ONU: la conoce todo el mundo; solo hay hechos ficticios y no gano dinero por escribir.
Sólo dejo fluir mi imaginación.

Tengo varios seudónimos en la red y el utilizado para este fic es el que creé para la comunidad hetaliana: AliceIggyKirkland.

ADVERTENCIA: Este capítulo tiene contenido adulto de índole sexual. Se pide discreción.

Y sin más preámbulos:

TÍTULO: If you do not want him, he will be for me

Capítulo 6: Ein leidenschaftlicher Mann.

"Mein Gott im Himmel! Mein Schwanz drückte mich!"


Llevaban varias horas desde que se unió carnalmente a la jovencita. Era la tercera ronda y ella ya había tomado el control de la situación.
¿Cómo fue que inició aquello?

-/ Horas antes /-

Por decisión de Alice, se dirigieron a casa del alemán, en pleno centro de Berlín.

- Espero que a tu hermano no le parezca molesta mi presencia.
- No te preocupes. El está en París. Tenemos la casa sólo para nosotros. - Ante esa información, la rubia sonrió ladinamente y el alemán se sonrojó de golpe.

"Eso no sonó nada bien/mal", pensaban Ludwig y Alice, respectivamente.

Well, entonces puedo escoger alguna de las habitaciones con un poco de libertad. - Le pareció graciosa la reacción del hombre y no quería espantarlo.
- Es cierto... (Pero sería mejor que se quede en mi cuarto) - Lo último no salió de su boca pero sus ojos habían adquirido la nube de la lujuria.

Al llegar, la chica observó la sobria y ordenada decoración. "German style", pasó por su mente. Mientras el rubio bajaba las maletas, los "cachorros" de la casa los recibieron. Estaban alegres por la bella visita y querían todos los mimos para ellos.

- 0 -

Luego de escoger la habitación más cercana a la de Gilbert, en la primera planta, y de dejar las maletas dentro, a ella el estómago le gruñó, provocando la vergüenza de la damisela.
Aquello le pareció, lejos de ser maleducado, muy tierno. Hasta le recordó a Feliciano y sus prioridades. "Es muy joven, después de todo".

- Hay embutidos y queso en el refrigerador. Puedo preparar unos aperitivos.
- Es que... - Y su estómago volvió a hablar por ella, sonrojándola. - Está bien, no hay problema.

- 1 -

Luego de haber pasado por la cocina, estaban en la sala, sentados en el suelo, conversando. La chica sabía muchos datos interesantes y Ludwig apreciaba ese tipo de conversaciones.
De repente, tratando de tomar el último aperitivo, sus dedos se tocaron. Ante esa corriente eléctrica que le llegó a cada una de sus espinas dorsales, ella tomó la iniciativa y se le abalanzó para robar un beso.
Cuando terminó, él se encontraba sin palabras y antes de que sus impulsos apagaran su cerebro, el teléfono sonó.

- Espera, bitte.
Fine. - Estaba extasiada con su primer beso (y de paso, ella lo robó). - Ya soy una pirata... - Murmuró para sí.

En eso, Ludwig levanta la bocina:

Buona cera, capitano. - Dacia estaba al teléfono. - ¿Cómo estás? ¿Ya comiste?
Hallo, Dacia. Sí, estoy bien... Estaba comiendo un poco (y besando a alguien). Dime ¿que deseas?
- (Que seas mi novio) Que vengas a casa de tío Feli. Ha preparado tiramisu con Chiara y no se han medido. ¡Hay tanto como para alimentarnos por un año! ¡Por favor!... - Estaba decidida a sacarle un "sí" a como de lugar.
- Ja, ja, está bien. Haremos lo siguiente: Iré, en cuanto termine un trabajo que tengo que hacer.
- ¡Sí! (Aunque no sea hoy, vendrá...)
- Nos vemos. - Le cerró sin oír la despedida del otro lado.
- Así que tienes un trabajo que hacer... - ella sonreía ladina y ruborizada.
- (Al demonio todo...) Sí. - Se acerca y la toma como si ella fuera un koala bebé. - ¡Prepárese, soldado!
Yes, sir... - Y lo besa apasionadamente.

- 2 -

La llevó hasta la primera habitación que encontró - la de Gilbert - y mientras la cargaba, sus manos la tocaban por todos lados. Espalda, nalgas, muslos, cintura, uno de sus pechos, el cuello y de golpe le arrancó las ligas que armaban sus coletas.

"Mientras menos aniñada se vea, más excitado estoy."

Ella se dedicaba a gemir, un poco por la sorpresa, otro poco, por temor... Es decir, iba a ser su primera vez y ella había provocado TODO. Y por momentos, su mente le decía que esa experiencia sería mejor si fuera con ése. Aquel a quien ella amaba, pero no. El la había rechazado, con todas sus letras. Y no iba a desaprovechar el vigor de ese adonis que ahora se deleitaba con su cuerpo.

"El me mandó al diablo. ¡Que se joda! Yo quiero que este hombre me coja hasta que me parta en dos." Y empezó a gemir con más ansia.

El sentirse deseada y querer que continúe, lo ponía más a tono al alemán. De repente, a ella le nació, de nuevo, el lado pirata y le rompió la polo, logrando que los únicos botones que tenía salieran disparados.
Esta acción apagó por completo el lado racional del hombre y como aun no llegaban a la cama, la lanzó y ella se incorpora con una mirada viperina muy brillante. Esto provoca que él vaya directo al objetivo y le saque de un tirón la ropa interior.

Un lindo panty de encajes blancos estaba en la mano derecha de Ludwig.

- Lindo. - Esa simple palabra la ruborizó. - Será mi trofeo de guerra.
- Pero, señor ¿cómo puede ser su trofeo si aún no da batalla? - Trataba de seguir el juego inicial.
- Observe, soldado: hay batallas que se ganan en las mesas de negociación, con la lengua.

No la dejó digerir lo último ya que se acercó cual gato a ratonera a acariciar lentamente las piernas expuestas y levantó la estorbosa falda hasta dejar ver la labia y el clítoris. Y regalando una última mirada de depredador, inició la primera lección: sexo oral.

- Ah... - Más que gemido, fue un grito.

El había pasado la punta de su lengua sobre el clítoris, para luego succionar los labios mayores, a manera de beso.

"Este debe ser el verdadero beso francés". Sí, tío Francis había hecho lo suyo entregándole "La nueva Justine o las desgracias de la virtud"* como material didáctico cuando empezó su curiosidad por el sexo.

Beso, succión, lengüetazo, roce con la nariz... Una y otra vez... Cambiando el orden... Tantas cosas que él estaba haciendo y que la estaban poniendo al límite. Se la iba a comer toda.

"Y no le he dado lo que quiere". A Lud ya le quería aflorar lo sádico. Pero no. Primero, la hará rogar, entrando en materia.

- Soldado... - Se le había cruzado una idea bizarra. - Quiero deletrear. - Ella lo observó, incrédula. - Dime una palabra. Una difícil. En alemán.
- ¿Ah?... Este... - No lo entiende, pero, él es el experto... - Lautmalerei...
- Correcto... Onomatopeya.

Y lo hizo, en alemán, con su lengua en la vagina de la chica. Esto la hizo gritar y el "deletreo" dio resultado, durante unas siete o nueve palabras más.
Al final, él introdujo el dedo del corazón en la húmeda cavidad, tanto por fluidos propios como ajenos. Alice tuvo el impulso de cerrar con fuerza las piernas, pero las grandes manos del hombre las sujetó con fuerza. Unos moretones aparecerían con el pasar de los minutos.
Esa brusquedad la excitó lo suficiente como para quitarse por su cuenta el molesto abrigo que aún cargaba y levantarse la blusa hasta dejarse ver algo del sostén que hacía juego con la otra pieza interior. Lo más interesante era que ya brotaba algo de sangre de aquel orificio y no había queja de la chica.

"Me siento un vampiro... Quiero beber esa sangre..." Y aún con aquel dedo travieso en el interior, lamió toda la humedad yacente. Toda.

Alice no se dio cuenta con tantas emociones alborotadas. Quizá hubiera sido un mata-pasiones. Quizá.
El aún tenía puesta la polo destruida, así que aprovechó los movimientos de quien pronto entregaría por completo su tesoro para quitarse con una sola mano lo poco que quedó de la pieza y dejar sus pantalones a medio bajar. Su pene quería acción.
En eso, volvió a ella, quien parecía a punto de tener su primer orgasmo e introdujo el dedo índice. Esto la alertó de que ya iba a ser la hora de la verdad.

- Alice... - El juego había terminado. - Quiero que... hagas algo... - No podía hablar bien, gracias a toda la actividad bucal previa. - Mete dos de tus dedos y ábrelos como tijeras.
- Pe... Pero... - El aun no retiraba sus falanges del todo. - Y... Yo no...
- Se... Segunda lección... - Sus ojos demostraban hambre. - Oye... Tengo que... ponerme... un condón...

Ese argumento basto para que al el tener la punta de sus dedos a punto de abandonar el sitio, los de ella se adentraron con prisa... Y la segunda lección, mantener la excitación, inició.
No podía permitirse "bajar las armas". "London Eye" iba a sentir el poder de Berlín y no había para él nada más erótico que una mujer casi desnuda, masturbándose. En eso se percató de algo, sobre la mesita de noche cercana y pensó en un nuevo juego. El pudo pedirle que le diera una atención al "pequeño Lutz", pero eso quedaría mejor para otra ocasión.

"Sé que habrá otra". Ambos estaban en éxtasis ante todo lo que pasaba.

Ya listo, volvió a ella, pero, esta vez, la besó desde la boca hasta el cuello, donde probablemente le va a salir un cardenal.

- Niña, estás muy vestida. - Dicho esto, una mano, con el objeto tomado previamente, se coló por donde el sostén se dejaba ver. - Y, me debes una camisa. - En eso, se rasgó la tela. Era una navaja suiza. - Y no te ofendas: me estorba la falda. - Con un certero movimiento, de abajo a arriba, logró separa la pieza del cuerpo femenino.

Una última cortada fue hecha en la parte central del sostén, dejando a la chica expuesta por completo. En todo ese tiempo, ella no había parado de auto-satisfacerse. "Oh, my God... He's bold. I like it!". Al ver como lanza hacia la pared aquel instrumento, siente que por fin tocaría el cielo, pero no. La misma mano que manipulaba el objeto corto-punzante le impidió terminar. Iba a quejarse cuando siente la ansiosa lengua del "ojos garzos" tomar el liquido obtenido de sus dedos.

For the Queen... You, pervert. - Y gimió con fuerza cuando el mordió uno de sus pechos.
Du bist mehr pervertiert als ich. - Susurró ronco y listo para tomarla.

La acomodó bajo él, con los genitales rozándose y amasando uno de sus senos. En el momento que entró, ella gritó y le clavó los dedos en la espalda. No esperaba que fuera doloroso "pero tiene el pene enorme", pensó con susto. Y con más temor sintió la primera estocada. El sabía que el dolor inicial era por la falta de costumbre a tener "algo" en su interior que por rasgarla. De eso ya se había encargado con el juego inicial. Y poco a poco impuso su ritmo, pausado y contundente sobre las caderas de la mujer.
El dolor había mermado y pronto sus gritos demostraban la lujuria y la pasión que la embargaban. Era una experiencia completamente distinta. Nada la había llenado de tanta vida como el vaivén del hombre que tenía encima. Y quería más. Más profundo. Absorberlo por completo.
Ella movió sus piernas y las flexiona cruzadas en la base de los glúteos de Ludwig y entiende que debe apresurar el paso. Ahora ella daba distintos sonidos para demostrar su placer: alaridos, gemidos, gruñidos... Era una novedad para él las reacciones sonoras de la chica. "Así se desflora a una virgen: Dándole con todo".
Como el jugueteo había sido largo, su miembro no iba a resistir por mucho, así que intercala una mano entre sus partes y soba el clítoris. Esto la pone aún más frenética y con las últimas estocadas ella llega al tan ansiado orgasmo, aflojando el agarre bruscamente y el termina, colando su cabeza en la curva entre el cuello y la clavícula izquierda de la rubia.

-/ Volviendo al principio /-

Alice cabalgaba desesperada a Ludwig. Sus pechos brincaban, extasiando al hombre y el la mantenía estable, agarrándola de la cintura.
No habían dejado para nada la habitación de Gilbert. El olor a sexo llegaba a un grado tóxico impresionante. Los años de celibato del rubio habían sido devastado por la ninfomanía de la joven.
Ella aún tenía muchas cosas que aprender por lo que la lección tres, el arte del sexo, aun era un tema pendiente.

Notas:
*: Libro del Marqués de Sade. Lo quiero leer.
Y aquí lo tienen. Es el capítulo más largo, hasta ahora. No sé cuan largos puedan ser en el futuro...
Porfis, reviews (y más follows y favs, son lindos).

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