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Este fic utiliza a los personajes de Hetalia, creados por Hidekaz Himaruya, por tanto no son míos. Los nombres de algunos de ellos me los inventé porque el creador no les ha dado un nombre concreto, así que si los veo en otro lado, si reclamaré. El universo en que se desarrolla es el Gakuen Hetalia, todos como humanos, totalmente ajeno el argumento a los otros fics que estoy escribiendo. Ambientado en Berna, Suiza y no gano dinero por escribir.
Sólo dejo fluir mi imaginación.
Precuela de "Meine Heimliche Liebe". Fic de un sólo capítulo.
Tengo varios seudónimos en la red y el utilizado para este fic es el que creé para la comunidad hetaliana: AliceIggyKirkland.
En Fanfiction, este fic ya está bastante avanzado y fue dedicado a una lectora: Yue-black-in-the-Ai
Y sin más preámbulos:
TITULO: Mein kleiner Schatz
Kapitel 3 - Ein Speicher im Fleisch
- Te digo que Beethoven es austriaco.
- Estás en un error: es alemán.
Un debate interesante se estaba dando en el salón de música.
Roderich Eldestein, un prodigio del piano desde la más tierna infancia, tiene a cargo el coro y la orquesta de la academia. Pero este es su último año.
Según las calificaciones del profesor de música, el más apto para tomar la posta es su primo, Ludwig Beilschmidt, de primer año.
El problema es que la terquedad es un defecto genético, y pese a los ruegos del profesor, ese par no tenía intención de zanjar aquella discusión.
- 0 -
- ¿Cómo es que me meto en tantos problemas? ¡Demonios!
Ludwig caminaba por los pasillos, quejándose de su mala suerte con el castaño de lentes. "Es un completo torpe", pensaba para sí.
Sabía que la madre del chico era su tía, pero, eso no quitaba lo fastidioso que le resultaba.
- (Y lo que me faltaba)... - Un muchacho de cabello castaño cobrizo y con un rizo raro hacia la izquierda se le trepó encima.
- ¡Ve!... ¡Ludo! - El rubio comenzó a sobar el entrecejo - ¡Buenos días!
- Buenos días, joven Vargas. - El otro chico hizo un puchero.
- ¡FE-LI-CIA-NO! O Feli, no "joven Vargas". - No le gustaba que su "amigo" lo tratara tan formal.
- Eres un año superior. ¿Puedes comportarte?
Y era cierto, Feliciano Vargas esta en segundo año y, por tanto, es su superior.
- Pero, Ludo, no tengas pena... - En eso, el rubio decidió que era mejor buscar su salón.
- Disculpa, pero, ya va a comenzar la siguiente clase. Hasta luego. - Y emprendió la retirada.
- ¡Te busco en el almuerzo! - Y el chico suspiró de cansancio.
- 1 -
- ¡Ay, Erika!... Son tan parecidos... - Hablaba el chico de procedencia italiana. - A veces pienso que Dios extendió el alma de Zel por medio de Ludo.
- Pero ¿no crees que es algo cruel compararlo con su hermano muerto? - Que la chica fuera dulce, no le quitaba lo directa... Influencia de su hermano, Vash.
- No estoy diciendo que sean iguales... Pero hay cosas en las que es inevitable compararlos.
Estaban en la clase de Arte, pintando un bodegón. Era aceptable que los alumnos pudieran hablar un poco.
- Solo digo que no vayas a confundirlo con él... Puede que hieras sus sentimientos.
Algo que Feliciano no había pensado.
- 2 -
Erika estaba caminando un poco por la arboleda cercana a la academia. De pronto notó a alguien sentado bajo el único sauce llorón de la zona. Era Ludwig, con un cuaderno, observando detenidamente las ramas.
"Fecha: dd de mm/aaaa.
Hoy tuve un día pesado. No es novedad.
En el auditorio, discutí con Eldestein - estoy molesto con él - por una tontería sobre procedencia de músicos y esas cosas.
Lo que me lastimó de la discusión fue: 'Zelig sabía cuando dejar de hablar'. ¿Qué clase de broma me has hecho, Dios, para que me parezca tanto a mi difunto hermano?
Sí, está muerto. Sí, no va a levantarse de su tumba. Sí, era más expresivo, o se esforzaba lo suficiente para que resultara así.
¡YO SOY LUDWIG!"
- ¡DEMONIOS! - Y de un movimiento realmente rápido, golpeó el tronco con fuerza, haciendo sangrar sus nudillo.
Estaba agitado de la rabia. Odiaba que lo compararan. Y el peor de todos sus conocidos haciendo eso era...
- Y Feliciano es peor...
La chica observó con pena lo que había provocado la comparación constante hecha al hombre. "Yo tenía razón".
- 3 -
A la sexta hora, fue mandado a llamar a las oficinas del Concejo Estudiantil. Beilschmidt menor encontró a Vogel en la recepción.
- Buen día, Erika.
- Buen día, joven Ludwig. - ella lo miraba, compasiva. - ¿En qué podría ayudarte?
- Sí... Tengo que escoger un club. Dijeron que ya van tres semanas de clase y que es importante llenar la cuota de actividades extracurriculares.
- Es cierto. Debes inscribirte en, al menos, una actividad fuera de clases. - Le entrega un folleto. - Aquí tienes: ayúdate con esto y reflexiona bien cuál vas a escoger.
Al joven le gustaba la música, las ciencias exactas, la física, el fútbol y la investigación de campo. Eran áreas muy afines a su personalidad, pero...
"Si me uno al coro, Roderich no dejará de atormentarme con mi hermano. En el club de ciencias están los alucinados de Jones y Braginsky... No es buena idea ese club... El fútbol puede ser... Me mantendrá muy activo y el ejercicio es beneficioso para la salud... Estar en el club de periodismo implica investigar y realizar entrevistas... Como trabajo de campo... Sí... Creo que ya se que puede ocupar mi mente y que los demás no me comparen en frente de mi".
- Creo que ya decidí... Erika, por favor, dame el formulario para el equipo de Fútbol y el club de Periodismo.
- Aquí tienes. Apenas termines, me los entregas. - La chica le sonrió.
- De acuerdo. Gracias. - Salió hacia el área de espera, a llenar el formulario.
- 4 -
"Y como si estuviera maldito, al salir del Concejo, Feliciano estaba siendo acosado por Braginsky y Jones... ¡Que pesados!
El ruso estaba 'haciendo una propuesta' formar parte del debate a favor del Comunismo y Jones, en su 'muy heróica' forma de ser, lo estaba zarandeando diciendo que votara en favor del Capitalismo y el poder de las corporaciones.
Lejos de alentarlo a apoyarlos, lo estaban espantando, y no estaban solos: el Presidente estudiantil veía todo y 'los estaba calmando'...
¡Vaya tipos!... Es que nadie pone orden. Eso se llama acoso.
Y no me gusta ser un simple espectador".
- ¡Oigan! - Todos me observan. - ¡Suéltalo, Jones! Y mantén tu distancia, Braginsky. Vargas no es de tu club.
- Viejo, relájate... Lo estoy ayudando. - Dice eso mientras lo jala como títere a la víctima.
- Sí, pequeño Beilschmidt, relájate... Por cierto - dijo, acercándose - ¿vas a participar en el debate? - Traducción: Tienes que estás de mi lado en el debate.
- Me acabo de unir al equipo de fútbol y sabes que las prácticas son diarias (una cosa es salvar a Feliciano y otra, intercambiar lugares).
- Ah... ¡Qué lástima! - Aura negra manifestándose. - Parece que solo seremos los de siempre, cerdo capitalista.
- Ha, ha, ha, ha. Fuck you, stupid commie! - Y se retiraron dejando una estela oscura en el camino.
- ¡Ve! ¡Qué miedo! ¡Gracias, Ludo! Me salvaste.
- Sí, si... Me voy.
- Pero, Ludo...
- Era cierto cuando dije que me uní al equipo (me encargaré de que sea desde hoy mismo). Cuídate y no te metas con ese par. No voy a estar siempre ¿sabes? - Y no esperó a que el italiano respondiera.
- Sí, no siempre los amigos están cuando se los necesita...
- ¡Oye! - El castaño se templó cual tabla al oír a Zwingli salir del mismo lugar que el otro rubio. - ¿Estás bien?
- ¡VE! ¡Sí! - Intentó calmarse. - Ludo me ayudó. Es tan bueno conmigo... ¡Como su hermano! Siempre estaba pendiente de mi. Ojalá fuera menos serio y me deje enseñarle a pintar como a... - El más bajo le tapa la boca bruscamente.
- Oye, torpe, parece que él está enfadado contigo. - El otro lo mira sin entender mientras quita su mano. - Deberías dejar la costumbre de compararlo a todas horas con ese sujeto. - El rubio bajito no pronunciaba ese nombre desde que murió. - Lo lastimas. ¡Piénsalo!
Y con ese consejo retumbando en su mente, el italiano creyó conveniente listar las cosas que hacía con su antiguo mejor amigo y con la copia reacia que era Ludwig.
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