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Este fic utiliza a los personajes de Hetalia, creados por Hidekaz Himaruya, por tanto no son míos. Los nombres de algunos de ellos me los inventé porque el creador no les ha dado un nombre concreto, así que si los veo en otro lado, si reclamaré. El universo en que se desarrolla es el Gakuen Hetalia, todos como humanos, totalmente ajeno el argumento a los otros fics que estoy escribiendo. Ambientado en Berna, Suiza y no gano dinero por escribir.
Sólo dejo fluir mi imaginación.
Precuela de "Meine Heimliche Liebe". Fic de un sólo capítulo.
Tengo varios seudónimos en la red y el utilizado para este fic es el que creé para la comunidad hetaliana: AliceIggyKirkland.
En Fanfiction, este fic ya está bastante avanzado y fue dedicado a una lectora: Yue-black-in-the-Ai
Y sin más preámbulos:
TITULO: Mein kleiner Schatz
Kapitel 6 - Eine Geschichte von Missbrauch
Han pasado días desde el incidente del baño. Gilbert y Ludwig sólo se hablaban en presencia de su madre. Y ya no salían de casa juntos. Como excusa, Ludwig se escudaba en las prácticas de fútbol, probando que podía mentir al decir que era el que jugaba "menos bien".
Al albino le importaba muy poco que su hermano mintiera tan mal... Mientras su madre no le preguntara abiertamente por el otro, no echaría abajo aquel teatro de los hijos lindos y buenos entre sí.
- / Recuerdo: en el baño de hombres / -
El chico malo del BFT esperaba a la "queen B" y a su lacaya, mientras fumaba un cigarrillo.
De pronto, su soledad se acabó cuando las susodichas hicieron aparición.
- Gilbert, querido: ¿No se te ocurrió una mejor idea que dejarme como una zorra frente a esa escuálida? - se quejó la rubia, Janica.
- Perdóname, "Dolly", pero fuiste tú la que dejó en el aire la propuesta. - Lanzó al suelo la colilla. - Si la niña tiene la mente tan dañada como tú y yo, entonces ¡Felicitaciones!: eres la perra oficial de la Academia "W".
- ¡Por Dios! Deténganse. - Se ofuscó la castaña, Ilona. - Janica: ¡yo también estoy metida en esto! Mis hermanas van a matarme y lo que dirán mis primos...
- O sea, "honey", "chill out". - Le habló la otra chica. - Esto nos puede servir, de algún modo... O sea, mientras más publicidad tengamos ¡nos veremos invencibles! Estás conmigo ¿cierto, kraut?
- Oye, con respeto... No te olvides quién soy yo. - La miró el chico, con intensidad.
- Por supuesto que sé quien eres. - Le devolvió la mirada.
- / Memorias de Janica: cuatro años atrás / -
Estaban a menos de un año de entrar a la preparatoria. Era el primer día de exámenes del semestre y, como todos los días, desde hace dos años, la estaban molestando:
- Pero miren... Si es "Polly Pocket"... - Uno de sus "bullies" y su grupito la notaron en su asiento.
- Oh... Se cortó sus trenzas de tirolesa... - Sabía que la frase hiriente iba a llegar. - ¿Me las regalas para saltar a la cuerda? - Sus acompañantes rieron a carcajadas.
- ¡Basta! - Feliciano, su compañero de clase, trataba de defenderla... - No ven lo terrible que es para una chica que le arruinen su cabellera. - [...] Sin resultado.
- Ah, es chica... - Fingió sorpresa Iván Braginsky, "bully" oportunista.
Definitivamente, Janica era una chica bastante desafortunada. No comprendía como hasta personas tan aplicadas como Roderich, el genio del grupo de música, Elisabeth (la "novia" de Roderich), Kiku y los chicos Beilschmidt - siendo uno de ellos menor a ella - podían gastarle tantas bromas y frases hirientes.
Lo peor era que fingía ser tonta, incluso con el chico francés y el presidente del club de Literatura, del curso de Roderich, quienes le ofrecían constantemente ayuda. Y la rechazaba.
Por desconfianza.
No creía nada de nadie. Tanto que muchas veces se iba por la tangente con su mejor amiga, Ilona, quien, tristemente, tenía un trato "de protección" con Braginsky, por lo que debía presenciar los abusos, aunque casi siempre intentaba advertirle a Janica.
Pero como ya se dijo: desconfiaba de TODOS.
Un día, Jones, estudiante de intercambio, grabó el "bullying" perpetrado hacia ella y Lovino Vargas - quien no estaba en la misma sección que su hermano - fue quien entregó el video al Concejo Estudiantil.
Quien se llevó la peor parte fue Gilbert, ya que se adjudicó la culpa de su hermano menor, diciendo que él le ordenaba participar de tales actos.
Aquel castigo manchó las hojas académicas de los implicados, excepto por Feliciano, quien, con lágrimas en los ojos, admitía la culpa y le pidió perdón.
Pero para la rubia, no era suficiente.
Cuando pasó a la preparatoria, a quien buscó como compañía, fue al propio Gilbert.
Al principio, el chico creyó que era una broma, sin embargo:
- Mira, tipo, él único que podría decirme como ser una chica mala, eres tú, o sea, quiero ser la versión colegial de "El diablo viste de Prada". ¿Captas? Quiero que no solo le tengan miedo al negro sino al rosado, cariño.
- Primero: gracias por lo de "cariño". - Sonrojado. - Segundo: ¿si recuerdas que me reprobaron en todas las materias y casi pierdo el año por lo que te hicimos?
- Bueno, si... Pero se puede mejorar o innovar, tipo. Piensa a futuro ¿muerdes? - parecía que estaba convenciendo al chico. - Además, no es como si hubieses aprendido del todo la lección...
- Pero ya no me centro en una sola persona. Soy un vándalo. Uno muy "awesome", para que te quede claro. - no le daba pena decir lo que era.
- Sí, bueno, como sea ¿me ayudas a ser popular, a toda costa? - Le estira la mano.
Observa el brillo peligroso en aquellos ojos rojizos y luego siente como él aprieta firmemente sus dedos.
- Hecho.
- / Fin de las Memorias / -
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