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De: Tumblr |
Este fic utiliza a los personajes "2º Player" de Hetalia, creados por Hidekaz Himaruya, por tanto no son míos. Los nombres de algunos de ellos me los inventé porque el creador no les ha dado un nombre concreto, así que si los veo en otro lado, si reclamaré. La ONU: la conoce todo el mundo; solo hay hechos ficticios y no gano dinero por escribir.
Sólo dejo fluir mi imaginación.
Tengo varios seudónimos en la red y el utilizado para este fic es el que creé para la comunidad hetaliana: AliceIggyKirkland.
Y sin más preámbulos:
Título: UNIQUE
Personajes: Oliver: 2p-UK; Allen: 2p-USA; Rose: 2p-Nyo-UK; Phillipe: 2p-France
Advertencia: Relato en primera persona. Mención de OCs. Continuación de "My Girl - capítulos 1 y 2", "Your Boy", "My Shadow" y "Sweet Dèmon". Si no las han leído, es mejor que lo hagan.
La vida, para mí, es un gran teatro, donde los acontecimientos
importantes, ésos que marcan un antes y un después, son maravillosas puestas en
escena.
Adoro la actuación, la danza y la literatura... ¡No puedo evitarlo!
Por eso les contaré mi "ópera magna", de cinco actos.
/ Primer acto: El sótano de la familia Bonnefoy-Kirkland. Presente. /
Tengo atada al potro a la Sra. Rose Brigitte Kirkland-Bonnefoy.
Mi plan: rebanarla, como presente para Oliver y Phillipe. Pero no su
cabeza. No, no, no, no. Ésa será el regalo de cumpleaños para Allen.
He planificado esto muy bien... Nadie está en casa y no se esperan
visitas inesperadas. He tardado años en poner en marcha esto. Y el detonante
fue bastante efectivo...
- ¡OLIVER!... ¡OLIVER!... ¡POR FAVOR! ¡POR FAVOR, DÉJAME IR!...
¡AUXILIO!...
No debería agitarse tanto... Después de todo, es su último día. Iré
quitando, una a una, las partes que son inútiles. Esas irán al jardín.
[GRITO DESGARRADOR, POR TODA LA CASA]
- ¡AYÚDENME!... ¡NO ME IGNORES! ¡DIME QUIEN ERES!
Debería aprovechar que esta recostada... En algún momento tendrá que
relajarse.
[GRITO AGUDO]
- ¡MALDITO! ¡MALDITO SEAS!...
Ah, no... En mi presencia, no se maldice, mi señora...
[GRITOS Y MÁS GRITOS, AMORTIGUADOS O NO]
- Al menos dime quién eres... Quiero saber quién va a asesinarme.
Bueno, tiene un argumento muy válido. Claro, si es que fuese yo quien
estuviera en el potro...
Entonces, me saco la máscara.
/ Segundo acto: Cementerio, a una hora del hogar Bonnefoy-Kirkland. Diez
años atrás. /
- Feliz cumpleaños a ti... - Madre e hija, cantando a aquella
tumba. La mujer abraza a la niña.
La gente dice que parecen dos gotas de agua, por sus pieles pálidas y
cabellos castaños.
Pero no es cierto. Yo lo sé. Las observo desde hace años.
La pequeña Rose deja una corona de hierbas y florecitas a su fallecido
mellizo... ¿No es tierna?
Yo la amo... ¿Tienen idea de cuánto la amo?
- Mi princesita de caramelo... - Esa mujer le da besos en sus
cabellos de chocolate. - Te preparé tu magdalena especial.
- ¿Con chispitas de dulce? - Esos ojos de irises violetas
brillan tanto...
- ¡Y crema de frutilla y zarzamora! - Y aquellos color malva le
roban protagonismo a la pequeña... Maldita sea su estampa.
Ambas ríen, pero más bonita es la risa de la niña.
- Mi princesita... Aunque no esté tu hermanito con nosotros, debemos
estar muy agradecidas: tenemos un angelito especial en el cielo.
- ¡Y es mi hermanito!
- ¡Claro que sí!... Eso es parte de lo que te hace única, mi princesita.
¡Ja! Ella ya sabe eso, mujer. Odio a esa mujer... Es tan mediocre que no
pudo parir a aquel niño con vida. Lo único útil que ha hecho es que al menos la
niña sobrevivió.
Rose Elizabeth Bonnefoy Kirkland es tu única hija. Viva, por si lo
olvidas ¡estúpida!
Y espero no tener que recordártelo.
/ Tercer acto: Departamento de Allen Jones. Seis años nueve meses atrás.
/
Mi niña, su padre y su madre (a quien detesto, por cierto), han ido a
visitar a... ése...
Y claro, el tío Oliver está con ellos... Es tan bueno... Y vive tan
atormentado por las hadas... ¡Qué lástima!
- ¿Qué, demonios, hacen en mi casa? - Nos recibió ese maldito
grosero. Algún día, le coceré la boca... Y me refiero a cocinar... Se los juro.
- Podrías ser más amable, Allen. - Lo reprendió esa mujer. -
Hasta traje a mi hija... Agradécele a Oli...
Sólo bufó y dejó la puerta abierta, el muy hijo de su...
Bueno, en este punto de la vida, mi Rose y su madre ya tenían la misma
altura, pero, la mujer se veía más "formada"... Por obvias razones.
Y para mí, las diferencias también son notorias: mi niña no tiene las
pecas de su madre, su cabello es más ondulado, su nariz es más perfilada y sacó
las cejas de Phillipe. Gracias al cielo.
- Mi bebé querido, aprovechamos que mañana tenemos una conferencia para
visitarte... Nos tienes muy abandonados... - Sobra decir que él único
que extraña a ese tipo es Oliver... Dios, es tan ingenuo, el pobre...
- Así veo... Hasta las copias has traído.
- ¿Copias?
Y el malnacido ha señalado a mi niña. ¿Pero qué se cree?...
- Mamá dice que soy única. - ¡Eso es, mi niña! Tranquila, como
la princesa que eres. No te dejes de ése.
- ¡Ja! A menos que rompas todos los espejos del mundo y nos arranques
los ojos a todos, sólo así serás "única" ¡mocosa estúpida!
- ¡Cuida tus!...
- ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Qué gracioso eres, primo Al! - Phillipe
no logra reclamar gracias a que es mi niña quien se ríe. Ella no se deja
afectar por palabras necias.
- ¡No soy tu primo!
- Eres el "bebé" de tío Oli... Por supuesto que eres mi primo.
Ese diálogo... Una y otra vez... Siempre las mismas palabras... Ella no
ve que él siente fastidio cuando la ve. Mi niña jura que pronto cambiará y así
la va a querer, como ella lo quiere a él...
Yo creo que no debe sufrir por nadie. Solo necesita de sí misma. Porque
es única.
/ Cuarto acto: Sala de conferencias, en algún hotel de París. Siete
semanas atrás. /
Ahora, observo a mi Rose tratando de escuchar una conversación, tras una
de las tantas puertas de este pasillo. Ella es muy discreta, sí, pero no deja
de ser curiosa. Y yo también.
- ¡Debes oírme! - Phillipe está gritando. - ¡James era
de Allen! ¡Créeme!
Mi pequeña Rose ha empezado a llorar... No soporto que empañe su
delicado rostro... Y todo por culpa de ésa...
- ¡¿Cómo te atreves a negar a tu hijo?! - Esa perra...
- ¡No lo estoy negando! Sólo estoy diciéndote la verdad.
- Pero si tú...
- Y Allen también ¿recuerdas? ¡Allen, también!
Los sollozos de Rose son tan quedos que si no estuviese viendo sus
lágrimas caer, no creería que está llorando. Pero así sucedió, mi Rose: tu
madre ha sido la mayor traidora de la historia de tu vida. Se revolcó con el
amor de tu vida, como la sucia tramposa que es.
Esto hace que me debas escuchar y me dejes actuar, mi única princesa.
/ Quinto acto: El sótano de la familia Bonnefoy-Kirkland. Presente. /
Odio lo que haces, Rose Brigitte... Has hecho creer a mi pequeña Rose
Elizabeth que es perfecta y única, cuando la realidad es que es un maldito
reemplazo.
Odio con toda mi alma ver como llevas a mi Rose a velar esa tumba... De
aquel bastardo... Le hiciste creer por años a tu hija que ése llevaba los
mismos genes que su padre.
Odio que llores y logres la atención que tu hija pide de Allen...
¡Maldito infeliz! Ojalá te aproveche mi regalito, una vez que lo tenga listo,
claro.
Odio que compartas más cosas en común con Phillipe y Oliver... Pobrecitos...
Serán los únicos que te extrañen.
Te odio por obligarme a recordarte quién soy.
Por eso, me saqué la máscara.
- ¿Feliz? - En serio, no puedo evitar sonreír mientras el miedo
y la sorpresa te invaden.
Esa es la inequívoca señal para levantar el machete.
El machete de Allen. No, ahora es mío.
Como todo lo demás... Phillipe, Oliver, tu hija, tu bastardo y el
estúpido de Allen, a quien tu hija ama y le engendraste aquel despojo podrido
en ese cementerio.
Yo te odio, Rose Kirkland.
- No estés triste... Te reunirás con tu bastardito...
Es curioso el funcionamiento de la mente humana... Es eso lo que nos
hace entes bipolares a las representaciones de un territorio. Una esencia dual
in situ.
Porque yo sé que Rose Bonnefoy no es una asesina, pero el espejo de
cuerpo entero que refleja como estoy levantando aquel machete, dice todo lo
contrario.
- [...] Mi querida madre.
¡Y LO LOGRE! ¡AL FIN! ¡SOLO EXISTE UNA SOLA ROSE! Y bailo sobre su
sangre derramada. ¡BRUJA MALDITA! Haré un estofado de su cerebro. Y un batido,
de su corazón.
No imaginan la satisfacción que me embarga haber convertido a mi Rose en
algo único e irrepetible. Como toda mi vida se lo han dicho.
Ésa es Rose. Es Única. Y así será, de ahora en adelante.
Y si el estúpido de Allen no lo reconoce después de entregar mi
obsequio... Mi Rose tendrá que aceptar que no puede haber cabida en este mundo
para él.
Imagino lo sublime que sería abrirle el pecho con su propio bate...
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